domingo, 24 de mayo de 2009

Friedrich Nietzsche (1844 - 1900)

Ahora el esclavo es libre; se
han desmoronado todas las barre-
ras hostiles y obcecadas que la ne-
cesidad, el lucro o las costumbres
desvergonzadas interponían entre
hombre y hombre. Ahora, con el
evangelio de la armonía universal,
cada uno se siente unido, reconci-
liado, mezclado con su prójimo.
Y no sólo eso, sino también uno
con todos.

Alan W. Watts (1915 - 1973)

... nuestra incapacidad general para apreciar la inseparabilidad de las cosas y para tomar conciencia de nuestra unidad básica con el mundo externo es el resultado de nuestra especialización en un tipo particular de conciencia. Hemos basado la cultura y la civilización en la atención concentrada, empleando la mente como una linterna de foco concentrado, en lugar de utilizarla como una lámparo de luz difusa.
Por ello analizamos el mundo en pedazos separados. El precio que pagamos por esta visión del mundo en vívidos detalles, a trozos, es nuestra pérdida de visión de las relaciones y unidades entre los trozos.

lunes, 11 de mayo de 2009

Duane Michals (1976)

Ciertas palabras debían decirse.

Las cosas eran imposibles entre ellas y ya nada podía salvarse. Ciertas palabras debían decirse. Y aunque cada una se había dicho a sí misma cien veces esas palabras en silencio, nínguna de las dos tenía el valor de decirselas a la otra en voz alta. Así que empezaron a tener la esperanza de que otra persona dijera las palabras necesarias por ellas. Quizá llegara una carta o recibieran un telegrama que dijera lo que ellas no podían. Ahora pasaban sus días esperando. ¿Que otra cosa podían hacer?