domingo, 28 de abril de 2013

Domingos enlutados.

Revolviendo entre los archivos de su difunto padre, en el polvoriento desván de la casa de campo, encontró un refranero desencuadernado, añoso, agonizante.

La fortuita caída del libelo mostró, al despanzurrarse contra el suelo, dos refranes subrayados a lápiz:

"no hay dos sin tres" y "a la tercera va la vencida"

se cerró premoritoriamente el sabio de los consejos y el polvo intentó escaparse de entre sus tostadas páginas.

Un nuevo suspiro, sin ruidos, como una letanía encogió su corazón.  El escondido teléfono sonó, (ese artefacto que como bien es sabido a los amantes les puede dar o quitar la vida), comenzó a gritar un nombre, que minutos mas tarde se hizo carne. Una nueva señal.

En la sobremesa, los créditos de una movie road televisiva cercioraban pensamientos y sentires:

"...nuestro amor es inevitable
amén, amén, amén.
Un día vendrás a mi
sin maletas
ni recuerdos
vendrás a quererme para siempre..."

viernes, 26 de abril de 2013

Epitafio amoroso a dos mujeres irrepetibles.

"Pseudo confesión epistolar de un peregrino enamorado"

Nunca pensó que el Amor, el de mayúsculas, debiera separar a hombres y mujeres que realmente se quisieran, hoy le obligaban, condenaban a que eso puede y debe ser así; para evitar el dolor, la tristeza, las ausencias, las lagrimas continuadas....

Gracias, por parar vuestros relojes y calendarios en mí,  las dijo, el humilde y enamorado peregrino, quedando eternamente agradecido.

Quizás queridas hermanas estáis en lo cierto, y para ser imperecederos debamos paralizar amores, pasiones y sueños, tiñendo en Blanco platónico todos los poemas derramados (como Juan Ramón Jimenez)

*... mas, los poetas mienten demasiado.
"Así habló Zaratustra"

Pudiera suceder que transcurra un tiempo hasta volvernos a ver, motivo que me empuja a sintetizaros, para el recuerdo, en una sola imagen: felices, guapetonas, sonrientes, sin pesadillas de futuros, ni pretéritos asfixiantes, solo una fracción de segundo para manteneros cerca.

P.D.: espero no seamos tan estúpidos y obstinados (va por mí) como para -anular- nuestra siempre sincera y cariñosa Amistad.   Siempre nos quedará el mail (maileando) para sabernos.

Siempre Vuestro.

Henry Marfrafe.