jueves, 2 de febrero de 2012

Mercedes Salisachs (1916)

NO VOY A DEFENDERME: soy culpable. 
He arrastrado mi culpa desde la infancia. Tal vez por eso, mucho antes de que ocurriera el siniestro yo intuía ya que, algún día, iba a encontrarme en la encrucijada actual. Era algo así como una lacra prematura, una prenoción insistente: una de esas ráfagas de aire medio cálido que, al apuntar la primavera, parecen sumergirnos en el verano. No podría precisar cuándo lo supe con certeza; la evidencia crecía al margen de mi conciencia. Era algo natural dentro de lo más antinatural del mundo. Lo cierto es que, al convertirse en un hecho consumado, ni siquiera me extrañó. Había ocurrido. Estaba allí: con todas las agravantes, todas las consecuencias y todo el horror que yo venía esperando.
(de La Gangrena)