lunes, 13 de julio de 2009

Ángela BECERRA (2009)

Mi amada, esta noche sin luna, espérame al alba. Entraré por tu ventana. Por favor, no me castigues... por favor, te lo suplico. No resisto más sin verte. Me arde el alma; mi boca es una losa de mármol muerto sin tus besos. Mi pecho sin tu piel es tierra arrasada por el fuego. Me duele cada segundo sin sentirte, no puedo soportarlo. ¿Acaso no lo entiendes? Mi sexo agoniza sin ti. Mis fuerzas flaquean. Déjame entrar en tus sábanas, abrir tus piernas de miel..., mi vida. Yo lameré tus muslos, avanzaré despacio con mi lengua hasta beberme tu humedad de rocío. Sí, el dulce néctar de tu rosa abierta. Te haré llorar de placer, amada mía, y cuando ruede tu primera lágrima, la convertiré para ti en un diamante..., mi diamante azul.

Frederick PERLS (1893 - 1970)

Yo soy yo y tú eres tú y nínguno de los dos está aquí para cumplir las expectativas del otro, pero nos hemos encontrado y es hermoso.

William BALKE (1757 - 1827)

Quien retuerce para sí una alegría
destruye la alada vida;
quien caza al vuelo el placer
vive en la eternidad del amanecer.